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Conversatorio Presencial

en la Academia Diplomática de Chile

“Andrés Bello”.

 

 

En el hermoso salón Onofre Barros Jarpa de la Academia Diplomática, y con la participación de Obispos Evangélicos, Consejeros Regionales, Consejera de CONADI, personas del mundo académico y de la cultura, estudiantes y profesionales, y con el patrocinio de la Academia Parlamentaria, se realizó el primer Conversatorio Presencial el Viernes 26 de Mayo.

En una reunión de tres horas de duración, se reflexionó y debatió sobre los seis  primeros artículos propuestos en la Declaración, y se acordó que los asistentes seguirían participando a través de la respuesta a la propuesta a Distancia.

 

Desarrollo

Se planteó que era importante poner apellido a la Democracia, pues tenemos democracias autoritarias, democracias protegidas, democracias representativas, democracias participativas.

Dentro de esto se planteó el concepto de ‘democracia humanizadora’. Y que en esto subyace la idea de una democracia construida para toda la humanidad. Se señaló que en la caracterización del proyecto como de una Democracia Valórica -el propósito de concordar los valores de la democracia-  ya es una propuesta de apellido.

 

Se planteó la importancia de hacer una diferencia entre acceso y derechos en cuanto al rol del Estado en democracia.

 

En cuanto al artículo 1, se discutió que no somos autónomos y libres, ya que somos sujetos de deberes, y que la ley pone límites a la libertad y la autonomía. Así, en democracia se  ponen  límites a las conductas, la democracia regula a las personas. También se debatió sobre la inclinación actual a centrarse en los derechos y el olvido del aspecto de los deberes. El ciudadano tiene una carga de deberes, con lo que tampoco es autónomo y libre.

 

Se argumentó que estamos ante  una democracia en construcción, y que esta es una construcción colectiva: la libertad termina cuando entiendo que el otro necesita la democracia. No puede atropellar al otro. Este es otro de los límites de la democracia. Dentro de esto está el tema del respeto mutuo, lo que se puede ver a pequeña escala en la vida en los condominios, donde hay co-propiedad, y algunos cumplen con  las normativas y otros no.

 

Respecto del artículo 3, se planteó agregar: y no debieran ser transgredidos por intereses que afecten al bien común.

 

En el artículo 5, se discutió si se podía plantear para la democracia la conducta colaborativa, y si no correspondería más bien plantear la administración de las opciones de colaboración y de competencia. Se argumentó que los grupos que cooperan se han demostrado como más eficientes en adaptarse al ambiente que los que compiten.

 

Se analizó que existían distintos niveles de colaboración, que la idea de un Estado subsidiario como concepto de colaboración era un solo nivel, y que la colaboración trascendía a esta acción.

 

Se argumentó respecto del artículo 2 que poner ‘aceptación de la diversidad’ ya implica que estamos diciendo que no nos consideramos iguales, y por eso tenemos que aceptarnos los diversos, en tanto el principio de la democracia es que somos iguales. Se sugirió poner ‘la aceptación del otro’ en vez de poner ‘la aceptación de  la diversidad’.

Se rebatió esto diciendo que es importante aceptar la realidad de la diversidad, de que no somos todos iguales, y se ilustró con que la bandera nacional simboliza una supuesta homogeneidad que no existe, en tanto la bandera de la diversidad asume esta realidad, y acoge las diferencias.

 

Se habló sobre los hábitos culturales del país, en particular esta necesidad de necesitar que todo quede por escrito, que conlleva una desconfianza a la palabra dada. Y especialmente en la democracia necesitamos que todo aparezca en  una ley. Se ilustró que no debiéramos necesitar una  ley de aceptación de la diferencia, si tuviéramos como un valor normal aceptar la diferencia.

 

Surgió la confusión pues los artículos parten diciendo: ‘En democracia…’ y luego sea pone el valor que se postula. Para muchos con esto se estaba diciendo que en esta democracia real de hoy estarían dándose esos valores, y se discutió de que no se estaban dando. Se aclaró que la declaración ‘En democracia…’ quería decir en la democracia que estamos postulando. Surgió la idea de poner ‘En una democracia valórica…’ y poner el valor después. Dentro de esto surgió la conversación sobre ‘qué grado o nivel de democracia tenemos ahora.

También surgió el tema de la necesidad de una democracia interna o personal.

Se sugirió generar un glosario de términos.

Asistentes

 

Javier Castillo Julio

Nicolás Marr

Luz María Pizarro Bonilla

Wilson Pereira Tapia

Jacqueline Solís Albornoz

Juana Albornoz Guevara

Rodrigo Rojas Tapia 

Jorge Zavala Valenzuela

Espártago Ferrar

Eduardo Cid Cortés

Enzo Carramiñana Palma

Milena Briceño

Carmen Luz Elgueta

Juan Veglia

Eduardo Yentzen

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