Análisis de la energía
Conceptualmente, resulta fácil comprender que todo trozo de materia encierra energía. La teoría de Einstein era sencilla: "todos los objetos que hay en la Tierra contienen energía y toda la materia y toda la energía son equivalentes, es decir la materia es energía en estado estable." La materia es energía "congelada". E= Mc2: energía es igual a la masa o materia multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado. Por ejemplo, un trozo de papel, si se lo hace arder se extrae de allí energía térmica, por combustión, o sea un fenómeno químico con desprendimiento de luz y calor. Según Einstein, la materia es energía en estado potencial o latente, y será cinética o de movimiento en el momento en que se libere dicha energía.
Se tiene por ejemplo un trozo de madera; es un elemento sólido, duro, opaco, no se puede doblar y da la impresión de ser un cuerpo bastante rígido. Este mismo pedazo de madera, considerado a escala atómica, está compuesto por millones y millones de átomos que guardan cierta cohesión y producen una forma de este tipo, densa. Si se tiene en cuenta que la proporción entre los componentes de un átomo guarda una relación semejante al del sistema solar, la mayor parte en realidad es vacío. Esto equivale a decir que este mismo objeto, visto a escala atómica, no tendría esta forma, por otra parte estática, sino que sería algo realmente transparente, semejante a un enjambre multitudinario de pequeñas partículas en incesante movimiento que accionan e interaccionan entre sí, manteniendo una cohesión determinada.
Física cuántica y conciencia de la realidad
Cuando miramos un árbol, decimos, "sus hojas son verdes". Es nuestra realidad cotidiana. Sin embargo, no somos conscientes de que el color que manifiesta el árbol es el que refleja, es el que "no quiere", el que "rechaza", pues sólo permite que penetre en su estructura celular el resto de colores del espectro visible, que es la banda de frecuencias que exige de la radiación solar para llevar a cabo la fotosíntesis. El color que muestra es sólo su autoafirmación de especie frente al ambiente que le rodea. Por tanto, ¿cuál es la realidad?, ¿el verde que vemos o la fracción de frecuencias representadas por el resto de radiaciones del espectro que permiten al árbol seguir viviendo?.
Los estados sólido, líquido y gaseoso
La consistencia del estado sólido lo determina la fuerza de cohesión entre sus átomos. Un líquido asume cualquier forma, porque su cohesión es menor. Hay una relación entre cohesión y dureza. En el estado gaseoso, la fuerza de repulsión es mayor que la de cohesión, y por ello trata de ocupar el mayor espacio posible.
¿Y cómo hacemos para modificar la fuerza de cohesión? Mediante un fenómeno energético, pues para operar sobre una fuerza dada, debe actuar otra fuerza. Por ejemplo, se calienta un metal con energía térmica que opera como disociante, y el sólido pasará al estado líquido. Puede fácilmente pasarse del estado líquido al gaseoso también por entrega de energía térmica. Y este estado gaseoso es mucho más sutíl que los anteriores.
Los estados plásmico y etérico de la materia
Existen además otros dos estados de la materia, reconocidos por la física convencional moderna. Estos estados son: el plásmico y el etérico.
Se ha observado por medio de radiotelescopios en zonas de la Vía Láctea y otras constelaciones. cierta radiaciones, y se determinó que en tales zonas reinan temperaturas del orden de los cien millones de grados centígrados. Allí se supone un estado de la materia, que se ha denominado plásmico, por estimarse que es allí donde se plasman las futuras galaxias, sistemas solares o planetas.
El otro estado diferenciado es el etérico que se conoce cuando se producen los descubrimientos e invenciones inalámbricas y las comunicaciones radioeléctricas. Esto es, cuando a través de dos puntos no vinculados entre sí por un medio visible se logró establecer una comunicación. Hubo necesidad forzosa de admitir que "algo" en el espacio servía de conductor, y a este agente se lo llamó éter, pues venia siendo mencionado y utilizado en oriente por los alquimistas medioevales, que así lo habían denominado.
¿De qué modo y de qué está hecho el mundo?
Juan Dalton, un profesor inglés, vió que cuando varios elementos se observaban al microscopio, aparecían en diversas formas cristalinas. Los cristales del oro siempre eran iguales, los del cobre también lo eran, pero los cristales del oro y del cobre eran muy distintos entre sí. Por lo tanto, llegó a la conclusión de que todos los átomos del oro tenían parentesco, al igual que los del cobre, pero dos clases distintas de átomos no presentaban similitud entre sí.
Los compuestos, como el agua, debían ser agrupaciones regulares de átomos, pero de distinta clase. El agua sería entonces una combinación de átomos de oxígeno y de hidrógeno. Y, dijo Dalton, la razón de que ocho gramos de oxígeno siempre se combinan con un gramo de hidrógeno, debe ser que ocho gramos de oxígeno deben tener el mismo número de átomos que uno de hidrógeno. Por lo tanto, concluyó Dalton, el agua consta de un número incalculable de átomos dobles: un átomo de hidrógeno combinado con uno de oxígeno, siendo este último ocho veces más pesado que cada uno de los átomos de hidrógeno. Era una idea sencilla y maravillosa. Sin este impulso, dado en la dirección adecuada, la ciencia aún estaría dando traspié en un camino de confusión. Por haber formulado esta teoría, a Dalton se le considera el fundador de la moderna teoría atómica.
Los químicos abrevian los nombres de los elementos identificándolos por sus iniciales, el oxígeno se conoce por las letras O y H, respectivamente. Dalton había sugerido que el agua estaba hecha de HO, expresando un átomo de H y uno de O. Ahora, Avogadro había descubierto que la fórmula correcta era H2O. La agrupación de los átomos era más compleja de lo que Dalton había pensado. Y se descubrió mucho después que en ciertos compuestos era aún más compleja. Una molécula de azúcar, por ejemplo, se compone de cuarenta y cinco átomos: doce de carbono (C), veintidós de hidrógeno (H) y once de oxígeno (O). Escrito en forma científica, esto es: C12H22O11. Semejantes racimos de átomos necesitaban nombre, y Avogadro lo acuñó: "moléculas" o "masas pequeñas".
Por fin, los hombres empezaban a descubrir las respuestas a la pregunta: "¿De qué y de qué modo está hecho el mundo?" Toda la materia está formada de elementos y compuestos. Los elementos están constituidos de moléculas y átomos. Los compuestos están formados de clases diferentes de átomos, agrupados en moléculas.
En los cincuenta años siguientes a los experimentos de Avogradro, se supo mucho acerca de la química y de la física. Se descubrió que tanto los átomos como las moléculas están en continuo movimiento, efectúan grandes recorridos en los líquidos y en los gases y vibran apenas en los sólidos. Muchos nuevos elementos fueron descubiertos. Cada uno, por supuesto, tenía su propio átomo, y cada cual tenía un peso distinto al de los demás.
Desde los descubrimientos de Dalton, los hombres de ciencia habían estado preguntándose acerca de la fuerza que mantenían unidos los diferentes átomos de una molécula. Ahora, parecía que aquella fuerza era la electricidad. Por vez primera, los investigadores empezaron a pensar que el átomo podía contener cargas eléctricas. Los átomos en sí son neutros: no contienen carga positiva ni negativa. Pero en su interior existen ambas clases de electricidad, claro está que en cantidades iguales.
Leyes de la Física. Teoría Electromagnética
A finales del siglo XVIII y principios del XIX se investigaron simultáneamente las teorías de la electricidad y el magnetismo.. En 1831, después de que Hans Oersted comenzara a descubrir una relación entre la electricidad y el magnetismo, determinó que la corriente eléctrica de un cable induce un campo magnético a su alrededor, el científico británico Michael Faraday descubrió que el movimiento de un imán en las proximidades de un cable induce en éste una corriente eléctrica. La unificación plena de las teorías de la electricidad y el magnetismo se debió al físico británico James C. Maxwell, que predijo la existencia de ondas electromagnéticas
Parte de la física estudia los fenómenos eléctricos y magnéticos, unificados en una sola teoría que, a partir de cuatro ecuaciones vectoriales, relaciona los campos eléctrico y magnético con las cargas y las corrientes eléctricas que actúan como fuentes de dichos campos. Estas cuatro ecuaciones se conocen como ecuaciones de Maxwell y constituyen una descripción completa del campo electromagnético y de su interacción con la materia. A partir de ellas puede deducirse la electricidad, el magnetismo y las relaciones entre ambos: la inducción (ley de Lenz) por la que un campo magnético de flujo variable con el tiempo crea una corriente eléctrica y el fenómeno inverso consistente en la creación de un campo magnético por una corriente eléctrica (cargas en movimiento).
El sistema nervioso
El sistema nervioso de una persona es un vasto y complejo sistema de mensajes, y transporta corrientes eléctricas en forma de ondas o impulsos de muy variada forma y frecuencia. Se trata pues de un complicadísimo conjunto de circuitos bioeléctricos y cibernéticos a través de los cuales se trasmiten las órdenes voluntarias de acciones y movimientos, se reciben los estímulos externos, y se producen los comandos de ciertas funciones automáticas (movimientos del corazón, de los pulmones, peristálticos, etc.).
Puede establecerse como una tesis formal y concluyente, sobre la base de leyes físicas comunes y corrientes, que en todo organismo humano vivo, se tiene un cuerpo electromagnético que surge de la circulación de corrientes por la red nerviosa. El medio de manifestación de este cuerpo electromagnético es el éter, dado que le corresponde por naturaleza, tal cual se tiene por la Física corriente.
Al interior del ser humano también se da el electromagnetismo
Se distinguen tres organizaciones cerebrales, que actúan en cierto modo independientemente. Estas son: el encéfalo, el conjunto de plexos y la columna vertebral. Por circular en todas las organizaciones cerebrales y en cada parte de una de ellas corrientes bioeléctricas, es decir, pulsos u ondas eléctricas, se tiene así la existencia de campos magnéticos resultantes de dichas ondas o impulsos. Más técnicamente, campos electromagnéticos, que no hacen sino configurar el antedicho cuerpo electromagnético o "cuerpo etérico".
Los centros de actividad se ubican lógicamente en aquellas zonas en que el tejido nervioso es más concentrado, puesto que existirán mayores cantidades de circuitos eléctricos y corrientes o impulsos circulantes. Esto permite situar los centros de actividad, por tales razones, en correspondencia con las distintas organizaciones cerebrales, los plexos y glándulas de secreción interna, principalmente. En todas estas zonas existirá una relativa mayor actividad electromagnética.
Algunas de las energías externas impresionan nuestros sentidos. Estas energías, provenientes del mundo circundante, están constituidas por vibraciones, reacciones químicas, fenómenos físicos,etc., y en cada caso emiten señales particulares. Para diferenciar los estímulos o señales del mundo circundante (vibraciones externas) conforme a su modalidad, frecuencia o tipo, comentamos a titulo de ejemplo las siguientes:
Fotones: los que inciden en el órgano de la vista, dando lugar a la sensación de luz y color (del griego "fotos" = luz)
Fonones: los que estimulan el oído (del griego "fonos" = sonido).
Osmones: los que afectan el olfato (del griego "osmos" = olor).
Termones y Rigones: los que se relacionan con los estímulos de calor y frío, respectivamente.(del griego "Termos" = calor y "Rigos" = frío).
La anatomía describe dos sistemas nerviosos en el ser humano: el cerebro espinal y el simpático.
El cerebro espinal comienza en el cerebro, prosigue por la médula espinal y se distribuye por todo el cuerpo mediante ganglios que arrancan de los nervios entre dos vértebras contiguas.
El sistema simpático consiste en dos cordones tendidos por casi toda la longitud de la columna vertebral, a uno y otro lado de ella, y algo hacia delante de su eje. De los ganglios de estos dos cordones, no tan numerosos como los de la columna vertebral, arrancan los nervios simpáticos que forman los ganglios mayores o plexos (Red formada por varios filamentos nerviosos entrelazados) de los cuales a su vez, derivan otros nervios que forman ganglios menores con las terminales nerviosas.
Sin embargo ambos sistemas están relacionados por diversos medios y tan gran número de nervios conectivos que no es posible considerarlos como dos organismos nerviosos independientes. Cada uno de estos ganglios mayores o Plexos del sistema nervioso simpático forman como consecuencia de su transmisión nerviosa centros de emisión y recepción vibratoria (campo magnético) que hace el nexo entre el interior de nuestro cuerpo físico y el exterior. Por ejemplo la irradiación solar toma contacto a través del Plexo correspondiente que la recibe así adaptada a su necesidad. Es decir, no sólo hace de nexo sino que también tienen por finalidad adaptar la vibración (energía) proveniente del exterior al medio físico que la debe recibir y a su vez adaptar la vibración proveniente del medio físico que la emite al medio externo.
Cuerpo y vibraciones
Llamaremos cuerpo genéricamente a toda cristalización en el universo: una galaxia, un sol, un planeta, un ser humano, una plnta, un compuesto químico. También llamaremos cuerpos al interior de los cuerpos, considerando un sistema: por ejemplo, el sistema eléctrico dentro de un auto, como el ‘cuerpo eléctrico’ del auto. Así la humanidad es un cuerpo al itnerior del cuerpo planeta, y el sol es un cuerpo al interior del cuerpo galaxia.
Para el ser humano tendremos el cuerpo físico-orgánico, un cuerpo físico-motriz, un cuerpo mental y un cuerpo astral o emocional. Son cuerpos con distinta densidad, lo que significa que sus ‘materiales’ están más o menos condensados. La diferente densidad implica una diferente frecuencia vibratoria. A menor densidad hay mayor vibración.
El plano mental es donde se ubican de acuerdo a su frecuencia vibratoria las vibraciones mentales y el plano astral donde se ubican de acuerdo a su frecuencia vibratoria las vibraciones emocionales. El cerebro espinal es parte de nuestro cuerpo mental, y el simpático es parte de nuestro cuerpo emocional. Esto significa que hay vibraciones en el mundo que resuentan con las vibraciones de nuesrtos diferentes cuerpos.
¿No se siente mal nuestro organismo, no sentimos un malestar en la boca del estómago, cuando estamos en un ambiente pesado o ante una persona negativa o desarmonizada?. Estamos intercambiando vibraciones emocionales a través del cuerpo emocional. Cuando emitimos un pensamiento o una idea estamos intercambiando vibraciones a través del cuerpo mental. Intercambiamos vibraciones (energía) con el exterior. Cuando recibimos una noticia fuertemente buena o mala se estremece nuestra parte cardiaca, llegando en algunos casos a producir ataques cardíacos.
Todo cuerpo requiere alimentarse, y el modo en que los materiales del universo pueden ingresar a los cuerpos es a través de hacer equivalentes sus vibraciones.
¿Cómo se mantiene vibratoriamente el Todo?